Nueva York, la ciudad que nunca duerme

Visitamos Nueva York, una de las ciudades más espectaculares y con más atractivos del mundo. Sólo la isla de Manhattan da para pasarse una semana sin parar de ver cosas, pero además reservamos un par de días extra para visitar otros barrios interesantes de los alrededores como Brooklyn, Queens, o Harlem que también albergan atracciones fabulosas.  Siendo Nueva York una de las ciudades más grandes y más cosmopolitas del mundo, aquí podemos encontrar algunos iconos mundiales como la Estatua dela Libertad, el Empire State o el puente de Brooklyn.

Para alojarnos optamos por un apartamento en Nueva Jersey, ya que en la ciudad de Nueva York está prohibido el alquiler de apartamentos turísticos. La otra opción era irnos a un hotel en el mismo Nueva York, pero allí los precios son bastante más elevados. Así que nos decantamos por un precioso apartamento en Jersey City, a un cuarto de hora escaso de metro del World Trade Center. Además los metros tienen unos horarios muy amplios durante todo el día así que no tuvimos ninguna limitación a la hora de desplazarnos. Algún día incluso utilizamos el ferry para acercarnos a Manhattan pues está justo  enfrente y las vistas desde Jersey City son maravillosas, por lo que aunque te alojes en Manhattan merece mucho la pena venir hasta aquí para disfrutar de las vistas.

Y antes de empezar a detallar nuestro recorrido un consejo. Merece y mucho  la pena sacarse uno de  los pases para atracciones que hay en la ciudad. La mayor parte de las atracciones, miradores, museos…. son bastante caros y como merece la pena entrar a muchos de ellos una tarjeta de este estilo sale a cuenta. Es cierto que también  puedes visitar Nueva York sin entrar a muchas de las atracciones, pues es una ciudad que da para mucho. Pero tras informarnos y leer experiencias de otros viajeros hicimos un listado de las atracciones que considerábamos imprescindibles y haciendo números decidimos comprar la tarjeta Sighseeing Pass para 7 días. Es cierto que se puede contratar para menos días y diseñar la ruta para aglutinar las visitas en 4 o 5 días, pero la diferencia de precio es muy pequeña y así te permite andar más libre sin tener que hacer una ruta obligado  por las visitas incluidas en la tarjeta. Otro detalle importante a tener en cuenta es que a cada atracción sólo se puede entrar una vez, no se pueden repetir. Lo único que hicimos fue organizar los dos últimos días sin visitas a lugares en los que pudiésemos utilizar el pase y así arreglarnos con un pase de 7 días y no de 10 que es el siguiente disponible.

Para movernos por la ciudad utilizamos el bus turístico incluido en el Sightseeing Pass pero también el metro, ya que es una forma muy rápida de moverte y conocer este medio de transporte tan típico de la ciudad es algo  imprescindible. Además es mucho más rápido que el autobús porque con los atascos a veces los desplazamientos se pueden alargar bastante.

DÍA 1:

Llegamos sobre las 5 al aeropuerto y tras pasar los controles pertinentes  -  imprescindible  llevar el ESTA que hay que solicitar previamente al viaje - tomamos un taxi hasta nuestro alojamiento en Jersey City.  Llegamos ya sobre las 7 así que nos decidimos por pasear por la orilla del Hudson para disfrutar de fantásticas vistas hacia el conglomerado de rascacielos de Manhattan.

Vistas desde el mirador del Hotel Regency, Jersey City
                                                                                            Vistas desde el mirador del Hotel Regency

Aunque prácticamente desde cualquier punto de la orilla las vistas son fabulosas – estamos justo en frente de la zona  sur de la isla de Manhattan -, el primer mirador del que disfrutamos fue el situado en The Pier Apartments, un saliente con excelentes vistas. Seguimos paseando hacia el norte por el paseo junto al río disfrutando de las vistas pero también de los impresionantes edificios de esta zona de Jersey City, algunos de ellos fabulosos rascacielos que nada tienen que envidiar a los de Manhattan. Seguimos caminando hasta el cercano LeFrak Point Lighthouse, una punta en la que hay un colorido faro que parece fuera de sitio entre tanto rascacielos.  Como el paseo no ofrecía muchos más atractivos en esa dirección retrocedimos y hacia el sur paramos en otro precioso mirador, junto al hotel Regency, en una bonita plaza donde un reloj solar nos regaló otro maravilloso panorama de la ciudad que visitaríamos los próximos días. Y un poco más allá el Grundy Park es un fabuloso mirador sobre un muelle de madera muy vintage que se adentra en el río.

Vistas desde Jersey City por la noche
                                                                                                    Vistas desde Jersey City por la noche

Seguimos caminando ya anocheciendo un poquito más hasta el Colgate Clock, un curioso reloj con el logo de la conocida empresa Colgate. La vista por la noche del skyline de Nueva York es realmente fabulosa. Ya desde allí con vistas también hacia la estatua de la libertad y la isla de Ellis. El cercano Paulus Hook es también otro fantástico mirador. Volvimos sobre nuestros pasos y disfrutamos de las vistas nocturnas de Manhattan, todavía incluso más espectaculares que  las diurnas. Tras esta primera toma de contacto con la ciudad, nos retiramos a nuestro apartamento para descansar y comenzar el día siguiente con  fuerza.

DÍA 2:

Nuestro  primer objetivo fue visitar la Estatua de La Libertad. Tomamos el tranvía hasta el parque Liberty State Park y cruzamos a la isla de Ellis, nuestra primera visita. Allí vimos el Museo de la Inmigración, una muy amplia exposición sobre la historia de la inmigración con muchos objetos de la época. También se puede ver donde se hacían los controles a los inmigrantes recién llegados. El Museo está bien pero no nos entretuvimos demasiado y nos dirigimos al ferry que nos llevó a la isla de la Estatua de la Libertad. Desde el agua se ve impresionante. La entrada a la estatua no está incluida en la Sightseeing Pass y para entrar tuvimos que reservar las entradas con un par de meses de antelación. Desde la isla hay buenas vistas en todas las direcciones pero entrar en el interior de la estatura y subir al  mirador de la Corona me parece algo  imprescindible, simplemente por estar allí arriba. Hay otros miradores mejores que se pueden ver en la ciudad, pero la sensación de estar dentro de la Estatua de la Libertad es indescriptible. También pudimos acceder al pedestal de la estatua, desde donde la vista de la misma hacia arriba es fabulosa.

Estatua de la Libertad, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                               Estatua de la Libertad

Tras la visita a la Estatua, sin duda el icono más conocido de la ciudad, tomamos el ferry hacia Manhattan. El ferry nos ofreció fabulosas vistas de la isla de Manhattan, sobre todo de su extremo sur. Nos dejó en Battery Park, bajo  los rimeros rascacielos de la isla. Paseamos un poco por el parque donde hay uno de los numerosos recuerdos al 11-S que nos toparíamos en la ciudad. Pasamos después por la Fraunces Tavern, un bar que dicen que es el edificio más antiguo de la ciudad. El interior la verdad es que parece de otra época, la del antiguo oeste, lo que contrasta con su fachada de ladrillo tradicional.  Tomamos algo rápido y seguimos nuestro itinerario. Antes de comenzar a explorar la zona nos acercamos al jardín Elevated Acre, un bonito espacio verde entre rascacielos con fabulosas vistas al río Este y hacia Brooklyn y su puente. Seguimos callejeando. Tomamos Broadway Street y nos encontramos con la famosa escultura del toro que hay cerca de Wall Street, el Charging Bull, aunque había tanta gente haciendo cola para sacarse simplemente una foto con el animal que prescindimos de  sacarnos la típica fotografía y seguimos hasta la zona de Wall Street, donde vimos el conocido edificio de la Bolsa y el Federal Hall. Es una zona con un trasiego importante de gente y donde disfrutamos de ver los impresionantes rascacielos en las diferentes calles. Una calle muy curiosa y pintoresca que encontramos fue Stone Street, una calle peatonal, formada por antiguos almacenes de mercaderes que albergan bares y que contrastan con los altos rascacielos de la zona financiera.

Bolsa de Nueva york, Wall Street, USA
                                                                                                                                 Bolsa de Nueva York

Tras la visita a Wall Street volvimos a la calle Broadway y visitamos la Trinity Church. Esta iglesia episcopal se encuentra cerca de la intersección de Wall Street con Broadway. Es una preciosa iglesia que contrasta brutalmente con la colección de impresionantes rascacielos modernos que la rodean. Pudimos entrar y contemplar sus numerosos detalles, sus vidrieras, trabajos en madera… es muy diferente a ver una catedral europea con cientos de años de historia pero igualmente es una visita que merece la pena. En los jardines hay un pequeño cementerio sobrecogedor y una curiosa escultura de las raíces de un enorme árbol que al parecer fue destruido con la caída de las torres el 11-S.

Y desde aquí nos fuimos a la zona del World Trade Center, el antiguo  emplazamiento de las Torres Gemelas. Aquí hay varias cosas para ver. Lo primero que vimos fue un amplio parque donde hay dos enormes fosos cuadrangulares por cuyas paredes cae el agua en forma de cascada hasta llenar unas piscinas inferiores. Se trata de representar el lugar que ocuparon las torres antes de los atentados. En los bordes de las piscinas aparecen los nombres de las víctimas. Allí mismo visitamos el Museo memorial del 11-S, una impresionante colección de objetos recuperadas delas torres, como un camión de bomberos, restos delos pilares de las torres, algunas obras de arte y también videos con diferentes temas relacionados con  los atentados. El museo se encuentra bajo tierra, bajo las piscinas que acabábamos de ver en la superficie. Estuvimos casi dos horas recorriendo todas sus plantas y la verdad es que fue una visita de lo más interesante.

Memorial del 11-S, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                       Memorial del 11-S

Cuando salimos quedaba poco para anochecer así que era el momento perfecto para subir a nuestro primer rascacielos y disfrutar de las vistas de Nueva York de noche y de día. Subimos al One World Trade Observatory, el mirador de la impresionante torre que sustituyó a las torres gemelas y es el edificio más alto de la ciudad. El observatorio se encuentra en el piso 102 de la gigantesca torre. La única pega es que es un mirador cerrado, las vistas se observan a través de unas enormes cristaleras, no estás al aire libre. No obstante el panorama es realmente magnífico, se ven cientos de rascacielos, un montón de puentes y la isla de Manhattan perfectamente rodeada de agua por sus dos lados. Una maravilla. Pudimos disfrutar de la vista antes de anochecer y cuando anocheció, que también merece muchísimo la pena. Otra cosa que es muy interesante es la propia subida en el ascensor. Se proyectan sobre las paredes del mismo vistas de Nueva York a lo largo de la historia, desde el año 1500 cuando  no existía nada hasta nuestros días. Es espectacular ver cómo va evolucionando con los años  la impresionante ciudad que podemos ver hoy en día.

One World Trade Observatory, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                        Vistas desde el One World Trade Observatory

Bajamos del observatorio y aprovechamos para cenar algo por las cercanías. También estiramos un poco el día entrando en una de las numerosas tiendas que permanecen abiertas a cualquier hora. Y finalmente volvimos a nuestro apartamento en metro.

DÍA 3:

Este día nos decidimos por el metro para llegar hasta el Empire State Building. Sin duda es el rascacielos más conocido y más icónico de la ciudad aunque ahora ya no es el más alto. El edificio en sí es precioso, en estilo art-decó similar al Chrysler Building. La subida se hace en un ascensor hasta el piso 80 mientras nos muestran imágenes de la construcción del edificio. Posteriormente otro ascensor nos sube a la terraza del piso 86, el mirador más característico del Empire State. El mirador es exterior y hay una serie de binoculares que hemos visto mil veces en las películas y que se pueden usar gratuitamente. Las vistas en todas direcciones son imposibles de describir con palabras. Hacia el sur vemos el edificio Flatiron y más allá los rascacielos del Distrito Financiero, el One World Trade Center, y hasta la estatua de la Libertad, aunque muy lejana. Hacia el oeste se ven los rascacielos del barrio de Hudson Yards. En uno de ellos se va abrir en 2020 un mirador que será también espectacular porque además estará colgado en el vacío. También vemos Times Square. Hacia el norte la vista incluye todo un bosque de rascacielos que ocultan Central Park y hacia el este el edificio Chrysler, Queens y Brooklyn. Aquí estuvimos una hora simplemente deleitándonos con las vistas. También mencionar que hay una terraza superior en el piso 102 pero no subimos ya que las vistas nos comentaron que son muy parecidas. Además hay que pagar un extra. Por cierto que la entrada al Empire State no está incluida en la tarjeta Sightseeing.

Vistas desde el Empire State Building, USA, Estados Unidos
                                                                                                     Vistas desde el Empire State Building

Bajando del Empire pasamos por la plaza Herald, una preciosa plaza rodeada de numerosos rascacielos. Tras callejear un poco por los alrededores nos dirigimos al Madison Square Garden, junto al precioso edificio de United States Postal Service. El pabellón tiene una forma circular y a pesar de ser bastante grande queda empequeñecido por el tamaño de los rascacielos adyacentes. Este pabellón ha tenido presencia en muchísimos actos de importancia de la historia de la ciudad. Es la sede de los New York Knicks y estuvimos visitando la cancha, el museo, los vestuarios, las zonas VIPS, las zonas de los puestos de comida…. Una visita muy completa con guía en español. La verdad es que no es una visita imprescindible pero nos gustó mucho sobre todo por lo emblemático del lugar.

Madison Square Garden, USA, Estados Unidos
                                                                                                                            Madison Square Garden

Y tras salir del pabellón siguiendo por la 8th Avenue, empezamos a disfrutar de la otra gran zona de rascacielos de Manhattan. Y fuimos caminando hasta llegar a una de las atracciones más originales de nuestro viaje: The Ride. Básicamente es un tour en autobús por Manhattan, pero no se trata de un autobús cualquiera. Vas sentado de lado en una especie de gradas y el autobús tiene enormes ventanas panorámicas. Es un tour interactivo, realmente un espectáculo a lo largo de los 75 minutos que dura el viaje. Pasamos por los principales puntos de interés de Manhattan y durante el trayecto varios actores interactúan con el autobús. Los guías son auténticos actores profesionales y en unas pantallas se va pasando  información de los diferentes lugares que pasamos. La verdad es que más que un tour al uso es un verdadero show, y además terriblemente ameno. El recorrido se pasa en un santiamén.

Tras terminar el recorrido de The Ride nos fuimos al cercano Gulliver’s Gate, una atracción relativamente nueva que nos pareció muy interesante. Es cierto que de no haber estado incluida en el pase que habíamos comprado probablemente no hubiésemos ido a verla, pero ya que estábamos allí decidimos hacer una rápida visita. Es básicamente una exposición de miniaturas que recrea lugares de todo el mundo, muchos de ellos por supuesto de Nueva York. La representación de Nueva York con muchos de los lugares que ya habíamos visto y los que veríamos es maravillosa. El nivel de detalle es increíble, con coches, helicópteros, peatones por las calles…. No falta ningún detalle. Hay miniaturas de muchos lugares, como Roma, Lisboa, París, Moscú… Además en la entrada te dan una especie de llave que sirve para interactuar con muchas de las maquetas. Al introducirla en el dispositivo habilitado para ello se ejecuta alguna acción o animación. Desde luego una gozada para los más pequeños pero también para los adultos. Hay detalles muy curiosos como un Spiderman en el puente de Brooklyn. Y es posible ver a los técnicos que desarrollan las maquetas trabajando. Una visita que nos encantó y en la que empleamos unas dos horas.

Times Square, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                             Times Square

Salimos de la exposición y aparecimos en la cercana Times Square, sin duda el espacio más conocido de toda la ciudad, por sus múltiples pantallas que anuncian todo tipo de artículos, eventos… es realmente abrumador, al menos la primera vez que lo pisamos. No queda casi un recodo de fachada sin cubrir por una pantalla.  La pantalla que cubre la fachada del Hotel Marriott Marquis dicen que es la más grande del mundo. Uno de los lugares más visitados de la plaza es la escalinata roja – que se ilumina de noche – donde nos sentamos a contemplar toda la plaza y el bullicio que la recorre a todas horas del día. Debajo de las escaleras se encuentran las  taquillas para los teatros de Nueva York. Y entre todo el revoltijo de pantallas y todo tipo de tiendas – es una zona de compras por excelencia de la ciudad – no faltan elementos curiosos como  una comisaría de policía con sus luces de neón o un centro de reclutamiento del ejército americano… cosas surrealistas que solo se pueden ver en una ciudad como Nueva York.

Partiendo de la plaza se encuentra el distrito de los teatros, donde hay muchísimos teatros, hasta 40, que destacan por sus diferentes decoraciones y fachadas de todo tipo. Aquí hay una animación impresionante al atardecer y por la noche. Estuvimos paseando por los alrededores de la plaza y el distrito de los teatros. Vimos algún rascacielos muy bonito como el de Bank of America. Aquí te puedes tirar días enteros porque hay de todo para entretenerte, sobre todo si vas a dedicar tiempo a hacer compras – cosa que nosotros no hicimos -. Y aunque no lo teníamos pensado entramos al National Geographic Encounter: Ocean Odyssey que estaba incluido  en nuestro pase. Es una especie de acuario virtual, donde recorres un acuario interactuando con los animales, pero todo en una experiencia de realidad virtual. No hay ni un solo animal. La verdad es que es una experiencia divertida porque pasas al lado de ballenas o junto a otros animales marinos y realmente parece que estén nadando al lado tuyo. Otra de las atracciones que aprovechamos por estar incluida en la tarjeta pero que de ninguna manera es imprescindible si viajas a Nueva York.

Zona de teatros en Broadway, Nueva york, USA
                                                                                                                   Zona de teatros en Broadway

Cenamos en Times Square, en un restaurante muy animado  - como todos los de la zona – donde los camareros cantaban amenizando el local y la verdad es que lo hacían bastante bien. Al salir disfrutamos de Times Square de noche – de hecho es más espectacular que por el día – y nos cogimos el metro de vuelta a Jersey City.

DÍA 4:

Este día lo empezamos de manera muy similar al día anterior. Llegamos en metro al centro de Manhattan y nos fuimos a subir a otro de los grandes miradores de la ciudad, el Top of The Rock, en lo alto del rascacielos Comcast, dentro del complejo del Rockefeller Center. En la planta baja del edificio está la tienda de la cadena NBC, una de las más importantes emisoras de TV de América. El edificio es también donde se tomó la foto “Lunch atop a Skyscraper”, donde un puñado de obreros desayunan en un andamio durante la construcción de este rascacielos.  Tras pasar por el control de seguridad subimos en el ascensor con una proyección muy sencilla en el techo – nada que ver con la del World Trace Center -. Y así llegamos al piso 67. Aquí te puedes mover libremente entre el piso 67 y 70. Los pisos 67 a 69 están completamente acristalados por lo que las vistas son a través de los mismos. Lo más interesante es subir al piso 70 que es al aire libre, lo que mejora mucho la experiencia. La vista es espectacular. Para mí es el mejor de los tres rascacielos a los que subimos, ya que la posición del edificio es ideal para disfrutar de la zona más poblada de altos edificios de todo Manhattan.  La vista hacia el precioso Empire State es imponente, levantándose justo enfrente. Hacia el norte hay una impresionante vista de Central Park, rodeado de rascacielos. Hacia el sur  el Empire State Building y a lo lejos el One World Trade Center. Hasta la Estatua de la Libertad se le ve desde aquí. Hacia el sur se ve la aguja del edificio Chrysler – aunque muy tapada – y todos los edificios que rodean Times Square con sus pantallas gigantes. Aquí nos arrepentimos de no haber subido al atardecer pero con el pase solo se puede subir una vez y no queríamos volver a pagar por subir otra vez, así que nos conformamos con las vistas diurnas, que no es poco.

Vistas desde Top of The Rock, Nueva York, USA
                                                                                                                  Vistas desde Top of The Rock

Bajamos del rascacielos y estuvimos callejeando por el complejo del Rockefeller Centre que es donde se suele instalar la pista de hielo en Navidad. La plaza central rodeada de rascacielos es un lugar realmente inspirador. El estilo predominante en las esculturas y edificios es el Art Déco, propios de la época en la que se creó el complejo. Nuestra siguiente visita fue el Tour del Radio City Hall, muy cerca de allí. Se trata de uno de los más importantes teatros de Nueva York. El Tour guiado es muy interesante ya que pasamos por los diferentes lugares de la sala de espectáculos. La decoración en todas las estancias que visitamos es muy vintage y vistosa. Conocimos a una de las famosas Rockette una de las bailarinas del espectáculo de Navidad que es toda una institución en Nueva York, y presenciamos unos segundos de un ensayo del grupo de bailarinas. Además la visita no nos  llevó demasiado tiempo.

También muy cerquita de aquí visitamos la catedral de Sant Patrick. Me encantó su fachada en contraste con los rascacielos de alrededor donde se refleja. Es un contraste brutal. Las torres miden algo más de 100 metros y la entrada es gratuita. El interior es también muy interesante, con una réplica de la Pietà de Michelangelo tres veces más grande que la original. Las vidrieras enormes son otro de los puntos que nos llamaron mucho la atención. Pero sobre todo lo que impresiona es su tamaño y su ubicación justo al lado del Rockefeller Center. Cerca de allí, también vimos la iglesia de St Bartholomew y la Sinagoga Central de Nueva York, un edificio realmente pintoresco.

Catedral de St. Patrick, USA, Estados Unidos, Nueva York
                                                                                                                               Catedral de St. Patrick

Después nos dedicamos a callejear por toda la zona de rascacielos hasta Central Park. Esta zona del Midtown es realmente interesante para pasear pues hay numerosos rascacielos, algunos de ellos tan característico como la Torre Trump, o la Torre Hearst. En el 432 de Park Avenue vimos otro rascacielos que nos sorprendió por la estrechez del mismo. Pero es que en cada manzana encuentras preciosos edificios que merecen una foto. Y aquí recorrimos también un buen tramo dela mítica Quinta Avenida, una de las calles más arquetípicas de Nueva York con sus edificios, tiendas de todo tipo… vamos la imagen más auténtica de Manhattan. También pasamos por la escultura de “LOVE”,  que habíamos visto en muchas fotos. Más que por la estatua en sí, merece la pena por el paisaje urbano que la rodea, con todos los rascacielos. Y así paseando por la zona llegamos a Central Park, pasando por el mítico hotel Plaza, otro de los que habíamos visto en muchísimas películas.

Rascacielos de 432 Park Avenue, USA, Estados Unidos, Nueva York
                                                                                                             Rascacielos de 432 Park Avenue

Y así llegamos a Central Park, el inmenso oasis verde en el centro de la isla de Manhattan. Recorrer el parque es una sensación extraña porque aunque no hayas estado nunca hay muchísimos rincones que son sumamente familiares. Por ejemplo  el puente que cruza The Pond, uno de los lagos naturales del parque ofrece vistas del skyline muy familiares. Pasamos por un pequeño parque de atracciones y llegamos a Umpire Rock una zona rocosa con preciosas vistas y unas  bonitas fuentes ornamentales en los alrededores. Un poco más adelante desde Sheep Meadow, una zona de césped muy amplia hay también unas preciosas vistas de los rascacielos.  En otra zona conocida como Bethesda Terrace hay una enorme fuente con una bonita estatua en el centro. También pasamos por el edificio Dakota en uno de los laterales del parque donde fue asesinado Lenon – un lugar en Central Park lo recuerda -. Y así llegamos a otro lago más grande conocido por el original nombre de The Lake donde hay otro de esos puentes que hemos visto en cientos de películas, el Bow Bridge. Lo bonito de este lago es que en sus aguas se ven reflejados algunos preciosos edificios como  el fabuloso edificio de dos torres que habíamos visto junto al Dakota.

Central Park, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                                Central Park

Y tras pasear un poco más por aquí salimos del parque porque estaba anocheciendo y no nos apetecía andar de noche allí, aunque nos aseguraron que era seguro. Pero mejor desplazarnos a una zona con más tránsito de personas. Así que cogimos el bus turístico y nos acercamos de nuevo a Times Square para acabar el día. Sin duda es la zona más animada y con más atractivo para cenar algo, dar una vuelta, ver el ambiente de los teatros, de los  locales dela zona….

DÍA 5:

Empezamos el día viendo un museo de los que habíamos seleccionado para una visita, el Intrepid Sea Air-Space Museum, en el muelle 86 del Hudson. No se trata de un museo al uso, porque aquí pudimos ver como grandes estrellas de la exposición un portaaviones repleto de aeronaves, un submarino, un Concorde y el transbordador espacial Enterprise. El enorme portaviones es la joya de la corona de la exposición. Es una experiencia subir a la pista del enorme barco. Además allí hay una amplia exposición de verdaderas reliquias y joyas de la  aeronáutica. Su interior alberga simuladores espaciales, maquetas y diferentes aviones expuestos además de otras exposiciones interactivas. La sala desde donde se ve la cubierta es espectacular. También recorriendo el perímetro del barco pudimos ver su armamento con unos impresionantes cañones. Después visitamos el submarino, caminando por los diferentes y estrechos pasillos que conectan las diferentes estancias, como los aposentos, la sala de comunicaciones, la sala de recreo de la tripulación, la sala de torpedos…. Una maravilla. Seguidamente vimos el Concorde, impresionante aunque más pequeño de lo que me hubiese imaginado. Lo malo es que sólo se puede acceder al interior en los tours guiados y nosotros íbamos por libre. Por último vimos el impresionante transbordador especial en el interior de un pabellón. Además de un transbordador real hay mucha información audiovisual sobre la Carrera espacial.

Intrepid Sea Museum, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                               Intrepid Sea Air-Space Museum

Salimos del museo y nos fuimos caminando hasta The Vessel, un curioso monumento-mirador en una zona de nueva construcción en la isla de Manhattan. Es una escultura en forma de vasija gigante formada completamente por tramos de escaleras que permiten llegar por múltiples caminos hasta la parte superior desde donde las vistas son mejores. La entrada es gratuita pero requiere reserva en su web. El material de la escultura hace que te veas reflejado en ella si te pones debajo. Y una vez allí solo queda subir por el camino que elijas disfrutando de las vistas en todas direcciones. La construcción se encuentra en medio de una zona de nuevos rascacielos y cerca del río, Hudson Yards. Sin  embargo lo más interesante es la vista de las propias escaleras y la escultura ya que las vistas son algo limitadas. Sin embargo los rascacielos cercanos proporcionan un entorno fotogénico.

The Vessel, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                                  The Vessel

Bajando de The Vessel subimos al cercano parque de High Line, un parque construido sobre una antigua vía de tren elevada y que te permite ir moviéndote por un mirador continuo hacia todos los lugares por los que pasa. Y es un paseo bastante largo, unos 2 Km atravesando Manhattan más o menos paralela a la Décima Avenida. Accedimos al paseo mediante una escalera en el cruce de la Avenida 11 y la calle 30. Justo donde la High Line pasa por el centro comercial de Hudson Yards, hay un desvío conocido como The Spur que nos lleva a una terraza donde hay diversas esculturas. Seguimos recorriendo el parque y llegamos hasta el mirador de la calle 26. La vista hasta la calle y hacia los rascacielos que hemos dejado atrás es fabulosa.  El paseo es muy agradable porque vamos cruzando diferentes calles y el paisaje urbano cambia continuamente desde un mirador privilegiado. En la calle 15 se ve una pintoresca pasarela que conecta los edificios de ambos lados de la calle, los edificios del Chelsea Market. Algunos tramos de la High Line pasan incluso por túneles bajo los mismos edificios.

Parque de High Line, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                   Parque de High Line

Nos desplazamos después en metro hacia la zona de los puentes de Brooklyn y Manhattan donde pasamos la tarde. Primero nos asomamos a los muelles 15 y 16 para disfrutar de preciosas vistas del skyline de la zona sur de Manhattan. Y tras las fotos de rigor, nos fuimos a cruzar a pie el puente de Brooklyn, algo ineludible en una visita a Nueva York. Son unos 2 Km pero merecen la pena sin duda. Para acceder a la pasarela peatonal del puente hay que adentrarse un poco en Manhattan, hasta el cruce de Park y Frankfort donde nos adentramos en el puente bajo un revoltijo de pasarelas y accesos para los coches. El primer tramo hasta llegar al puente es bastante árido ya que vas caminando por una pasarela rodeado de los carriles de circulación de los coches y la zona no es especialmente bonita. Sin embargo en cuanto entramos en el tramo aéreo del puente la cosa cambia. La pasarela peatonal discurre por el centro del puente y por encima de los coches. Las vistas son fabulosas. Desde luego no pueden faltar las típicas fotos con los arcos del puente y con el skyline de Manhattan al fondo.

Puente Manhattan desde la calle Washington, Nueva York, Brooklyn, DUMBO, USA, Estados Unidos
                                                                                        Puente Manhattan desde la calle Washington

Tras salir del puente en el lado de Brooklyn bajamos por la calle Washington hasta llegar a la orilla del río. Precisamente desde esa calle hay otra imagen muy de película con uno de los pivotes del puente enmarcado por dos edificios de ladrillo rojo. Allí encontramos varios parques a cada cual con mejores vistas del propio puente de Brooklyn y del cercano puente de Manhattan, que en el lado de Brooklyn están bastante próximos. Empezando por el este desde el John Street Park hay una impresionante vista con los dos puentes uno detrás del otro. En el Main Street Park estamos prácticamente debajo del de Manhattan y hay una vista preciosa hacia el de Brooklyn. El más bonito sin embargo para nosotros fue el Empire Fulton Ferry Park, donde hay una plataforma de madera desde donde se ve un puente a cada lado, ambos elevándose majestuosos sobre el río. También aquí hay un precioso carrusel cubierto de una cristalera de vidrio. Y finalmente desde el Brooklyn Bridge Park además de una preciosa vista del puente tenemos una vista espectacular del skyline de Manhattan. Esta zona de parques no es muy extensa pero merece la pena recorrerla en su totalidad, porque desde aquí es desde donde hay algunas de las estampas más típicas de  la ciudad.  

Puente de Brooklyn desde DUMBO, Brooklyn, Estados Unidos, USA, Nueva York
                                                                                                                                   Puente de Brooklyn

Dimos un pequeño paseo por el barrio de Brooklyn Heights donde hay muchísimos ejemplos de las típicas casas de ladrillo neoyorkinas y nos fuimos en el ferry del East River hasta un barrio muy poco visitado: Williamsburg. En el mismo punto donde nos dejó el ferry, North Williamsburg,  la vista hacia Manhattan es maravillosa. Fuimos caminando hacia el puente del mismo nombre, otro precioso puente sobre el río East y entramos en un bonito parque, el Domino Park, con más fabulosas vistas del puente, el skyline de Manhattan y los rascacielos del propio barrio. Se ve que es una zona que están reformando porque se conservan algunos pintorescos edificios industriales de otra época. Sin tiempo para más cruzamos el puente de Williamsburg por su pasarela peatonal y pudimos ver fabulosas vistas anocheciendo del río, y de Manhattan iluminándose, con los puentes de Manhattan y Brooklyn como telón de fondo Es un paseo muy distinto al del puente de Brooklyn, porque la verdad es que los turistas no abundan es esta zona. Al llegar a Manhattan nos desplazamos hasta Times Square y allí cenamos un día más.

Vistas desde el Domino Park, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                    Vistas desde el Domino Park

DÍA 6:

Empezamos el día visitando otra de las islas que rodean Manhattan – que a su vez es una isla -, Governors Island. Para llegar allí primero tuvimos que desplazarnos a Battery Maritime Building donde cogimos el ferry hasta la isla. Hay que mencionar que la isla solo se puede visitar en los meses de buen tiempo, de mayo a octubre. El viaje solo lleva unos 10 minutos y una vez en la isla solo se puede caminar o andar en bici. Decidimos alquilar una bici nada más llegar para hacer la visita más rápida pues teníamos otras excursiones previstas para ese día. Una de las zonas más interesantes es The Hills, una zona con unas pequeñas colinas a donde subimos caminando para disfrutar de las vistas. La altura no es demasiado grande, como un edificio de 5 o 6 pisos pero la panorámica del skyline del sur de Manhattan e incluso de la Estatua de la Libertad merece la pena. Recorrimos los diferentes caminos de la isla y en el  lado norte vimos dos fortificaciones: Fort Jay y Castle Williams. En Fort Jay pudimos entrar a su patio, abierto a los visitantes. El Castle Williams, un edificio completamente circular,  sin embargo está cerrado al público y solo lo pudimos ver por fuera. No hay mucho más que ver en la isla, pero el viaje en ferry, las fabulosas vistas y el paseo en bici en un verdadero remanso de paz merecen la pena.

Vista de Governors Island, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                        Vista de Governors Island

Dejamos Grovernors Island y tras volver a Manhattan nos desplazamos a otro punto fuera de la isla principal: Long Island City. Llegamos en metro y nos fuimos directamente al Parque Gantry, un lugar bastante emblemático por varias razones, entre ellas un letrero vintage de Pepsi Cola y las viejas grúas de los antiguos muelles, unas pintorescas construcciones de madera junto con el nombre del barrio. Es un lugar precioso porque además a vista hacia Manhattan es una vez más buenísima. Y es que Manhattan con sus muchas atracciones muchas veces se aprecia mejor desde fuera, desde los numerosos miradores esparcidos por las distintas islas alrededor. A lo largo del parque disfrutamos de fabulosas vistas hacia Manhattan.

Muelles de Long Island, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                             Muelles de Long Island

Después volvimos a Central Park, ya que no habíamos terminado de explorarlo por completo. Lo primero que hicimos fue acercarnos al Museo de Historia Natural. La fachada es muy conocida por varias películas. Entramos a visitarlo aunque hicimos una visita rápida pues no teníamos tiempo para entretenernos demasiado. Sin embargo es uno de los museos más espectaculares de Nueva York, por lo que, teniéndolo incluido en la Sightseeing Pass, merece la pena entrar a echar un vistazo. El museo es realmente interesante y da para estar varios días por la amplísima colección que alberga. Nos fuimos a ver las cosas más destacadas como un modelo de una gigante ballena colgada del techo, los esqueletos de dinosaurios, las réplicas de animales como elefantes… en fin hicimos un recorrido rápido por las diferentes plantas maravillándonos con las diferentes exposiciones. Y un guiño más a los cinéfilos. Muchos de los rincones que vimos aparecieron en la película Noche en el Museo.

Museo de Historia Natural, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                        Museo de Historia Natural

Salimos del museo y nos internamos en Central Park. Paramos en el castillo Belvedere, un precioso edificio desde cuya terraza superior pudimos admirar el Estanque de las Tortugas. Cruzando Central Park vimos el edificio del MET, otro fabuloso museo, aunque a éste no entramos. No obstante merece la pena acercarse a ver el edificio. Y muy cerca de allí vimos el edificio del Guggenheim, no muy grande pero muy bonito con sus formas circulares. Allí Central Park es un espacio más salvaje con menos atracciones y más destinado al disfrute dela naturaleza en medio de una de las ciudades más grandes del mundo. Justo en frente del Guggenheim hay un enorme estanque que en su día fue la reserva de agua de la ciudad. Desde allí tomamos el metro hasta la catedral de St John The Divine. La pena es que llegamos ya cuando estaba cerrada y no pudimos entrar, solo pasear por los jardines y admirar el grandioso exterior. Muy cerca de allí dimos un paseo por los edificios de la universidad de Columbia. El edificio principal del campus es la Biblioteca Low Memorial, un precioso edificio de estilo clásico. Frente a la biblioteca hay una gran y elegante plaza rodeada de los demás edificios. Desde allí parte la College Walk, una calle que llega hasta el fabuloso edificio de la Biblioteca Butler, con una fachada repleta de señoriales columnas clásicas.

Universidad de Columbia, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                          Universidad de Columbia

Y también en los alrededores pasamos por una enorme iglesia, la Riverside Church, con una torre de 120 metros y una de las campanas más grandes del mundo. Detrás se encuentra un pequeño parquecillo con otro monumento, el memorial del general Grant. Y sin tiempo para más nos desplazamos al centro a hacer un tour nocturno en autobús que partía a las 10 de la noche. No teníamos previsto hacerlo pero al estar incluido en la tarjeta Sightseeing nos pareció interesante. El tour parte de la intersección de la calle 42 y la Octava Avenida –donde hicimos el tour de The Ride -. Nos llevó hora y media a bordo de un autobús turístico y pasamos por los principales atracciones de Nueva York para verlas iluminadas de noche. Es una forma fabulosa de ver Nueva York de noche, y tras todo un día sin parar se agradece ir sentado en el autobús. Pasamos por la impresionante Times Square, el Empire State, el edificio Flatiron, el World Trade Center y muchos más lugares emblemáticos. Pero lo mejor sin duda es que atravesamos el rio East por el puente de Manhattan para disfrutar de una vista del skyline de Manhattan de noche y del puente de Brooklyn. Sin duda fue un recorrido espectacular y a pesar de que lo hicimos sin tenerlo previsto mereció la pena muchísimo.

Vista nocturna del Puente de Brooklyn y Manhattan, USA, Estados Unidos, Nueva York
                                                                             Vista nocturna del Puente de Brooklyn y Manhattan

DÍA 7:

Este día lo reservamos para hacer las visitas más alejadas del centro de Nueva York, y de paso utilizar por última vez la tarjeta Sightseeing. Primero decidimos contratar una excursión conocida como Contrastes de Nueva York. Esta excursión no está incluida en el Sightseeing Pass. Durante cuatro horas un guía te lleva en un autobús a un grupo reducido de personas a ver algunos de los puntos más característicos de Brooklyn, Queens y Harlem. El tour comienza en Manhattan, donde pasamos cerca del Hudson viendo de nuevo algunos de los rincones que ya habíamos disfrutado en días anteriores. Desde aquí pasamos por Harlem. Aquí vimos el contraste de  viviendas más humildes, junto con colegios o las típicas canchas de baloncesto callejeras.

Típicas casas de Harlem, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                           Típicas casas de Harlem

Seguimos hacia el  Bronx y pasamos por el Yankee Stadium. Luego paramos en el Fuerte Apache (una comisaría donde se rodó una película de Paul Newman con ese nombre), la Avenida Grand Concourse, y la zona de South Bronx, donde hay muchos grafittis y es una zona donde ha habido bastante violencia en Nueva York. El tour también nos llevó por Queens, a través del bonito puente Whitestone. Allí se pasa por Malba, una zona famosa por sus casas de lujo. Y también en Queens paramos en Flushing Meadows Corona Park, famosa por su enorme bola del mundo que aparece en alguna película como  Men in Black. En el parque también está el Estadio de los Mets y la sede del Open de Estados Unidos. Muy cerquita está también el museo de Queens. Seguimos por Brooklyn, donde pasamos por el barrio judío de Williamsburg, y seguimos por la zona de los miradores que ya habíamos recorrido previamente a pie. El tour es en definitiva una especie de safari urbano por los otros barrios de Nueva York. Está bien si no tienes más tiempo para recorrerlos aunque en realidad solo sales unos pocos momentos del autobús para sacar unas fotos, el resto del recorrido vas dentro. No obstante mereció la pena.

Flushing Meadows Corona Park, Queens, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                              Flushing Meadows Corona Park

Aprovechamos después para hacer un viaje en barco – en una lancha rápida -  que estaba incluida en el Sightseeing Pass, el RIB New York. A bordo de la lancha, una especie de Zodiacc, dimos un recorrido alrededor de Manhattan y de nuevo hasta la Estatua de La Libertad. Las vistas desde el agua fabulosas, aunque algunas ya las habíamos disfrutado desde los ferries, pero este recorrido fue mucho más completo. Una excursión interesante de las muchas excursiones en barco que se pueden hacer en la ciudad.

Y tras el viaje en barco nos fuimos a visitar un lugar completamente diferente a todo lo que habían visto hasta entonces: Coney Island. Fuimos hasta allí en metro para visitar el mítico parque de atracciones de Luna Park. Es uno de los lugares que también hemos visto en muchas películas. Es un parque a orillas de la playa con un aire completamente vintage, pero con encanto. Con la Sightseeing tienes un pase para montar en todas las atracciones. Estuvimos dando un paseo por la playa y probamos algunas de las atracciones, aunque lo que más hicimos fue sacra fotos. El paseo marítimo junto a la playa y las atracciones y todo tipo de animaciones recuerdan en cierto modo a Santa Mónica en Los Angeles. Volvimos al centro tras disfrutar de este lugar especial. Como curiosidad decir que una buena parte del trayecto discurre por una vía elevada por la mitad del barrio, creando las típicas imágenes de vías elevadas por debajo delas cuales circulan los coches, junto a las propias casas del barrio.

Coney Island, Nueva York, Estados Unidos, USA
                                                                                                                                               Coney Island

Y con esto dimos por terminado el día. Volvimos a la zona de Times Square a disfrutar tranquilamente de los últimos momentos del día. Estuvimos paseando por la animada plaza y los alrededores disfrutando del ambiente y cenamos por allí.

DÍA 8:

Nuestro primer objetivo para este día fue una zona menos conocida de Manhattan: Greenwich Village. Es un barrio sin rascacielos pero precioso, con calles repletas de edificios encantadores. Empezamos la visita por el parque Washington  donde hay un arco que conmemora el nombramiento del primer presidente americano. Muy cerquita de allí vimos una de las calles más curiosas de Nueva York, Washington Mews, con casitas bajas que parecen sacadas de otra época. Cerca de allí también nos llamó la atención el edificio de la Jefferson Market Library, en la 6ª Avenida. Es un edificio de un antiguo juzgado que hoy es una librería pública y que tiene una preciosa torre que destaca sobre los demás edificios a modo de castillo.  En la calle Macdougal vimos muchos edificios de ladrillo con las típicas escaleras de incendios, por ejemplo en el cruce con Minetta Lane. No es un barrio en el que haya monumentos ni atracciones significativas pero si bonitos rincones con encanto.

Calle típica de Greenwich Village, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                             Calle típica de Greenwich Village

Estuvimos callejeando un poco por las calles de la zona y también vimos hacia el otro lado de la sexta Avenida edificios muy típicos con su escalera de piedra de entrada, otro clásico de las películas. Y en el cruce de Bedford Street con Grove Street encontramos otro lugar de obligada parada para los fans de Friends, los apartamentos de la mítica serie. Y en las cercanías también vimos la tienda Village Cigars cuyo letrero rojo aparece a menudo en la serie. Otro lugar precioso es la Gay Street, una calle curva con sus edificios de ladrillo. Y también pasamos por Bleecker Street, una calle con preciosos edificios y con muchos comercios algunos de ellos de lujo. Y en una bocacalle de la Séptima Avenida vimos Commerce Street que alberga un pequeño teatro, el Cherry Lane, y es otra preciosa calle que parece sacada de alguna pequeña ciudad de Inglaterra, en lugar de Nueva York. Y tras callejear por este precioso barrio seguimos el recorrido que habíamos preparado para este día.

Fuimos caminando hasta Union Square, una preciosa plaza donde está instalado el Metronome una obra de arte en una de las fachadas bastante curiosa. La plaza está rodeada de bonitos edificios. Desde una de las esquinas de la plaza, dentro de una tienda de zapatos a donde pudimos entrar disfrutamos de una de las mejores vistas de la plaza. Incluso se ve el Empire State como fondo de los preciosos edificios de la plaza. Desde Union Square seguimos por la calle Broadway hasta llegar a uno de los edificios más bonitos de Nueva York, el Flatiron, un original  edificio de planta triangular y realmente estrecho en uno de los extremos. Es el edificio más fotogénico de Nueva York. Y a una manzana en el Madison Square Park, otro bonito parque, vimos el edificio de Metropolitan Life Tower, con una preciosa torre. En esta zona empiezan a aparecer ya los primeros rascacielos de la zona del Midtown que habíamos visitado anteriormente.

Flatiron Building, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                        Flatiron Building

Tomamos el metro y nos acercamos a Bryant Park, un pequeño  oasis verde entre los rascacielos de la zona. El paisaje de rascacielos incluye algunos ejemplos singulares como el American Radiator Building, un edificio de estilo Art Déco de color negro y la torre del Bank of America. Aprovechamos para comer algo en uno de los puestos que rodean el parque y nos fuimos directos a visitar la New York Public Library, un monumental edificio cuya entrada se encuentra custodiada por dos grandes leones – aparece en Ghostbusters -. Y si el exterior es bonito, el interior – el acceso es gratuito – es espectacular. Nada más atravesar la entrada nos encontramos en el Astor Hall, un enorme salón más propio de un gran museo o de una Ópera. Entramos a ver varias de las monumentales salas – por supuesto guardando las normas de silencio – de las cuales la Rose Main Reading Room es la joya de la corona. Se trata de una maravillosa sala que ha salido en numerosas películas  con frescos en el techo, miles de libros alineados en diferentes niveles de estanterías y mesas con candelabros. Una imagen imponente.

Biblioteca Pública de Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                            Biblioteca Pública de Nueva York

Desde allí fuimos a ver otro fabuloso edificio, la Grand Central Terminal, muy cerquita del edificio Chrysler. El vestíbulo es una de las maravillas arquitectónicas de la ciudad y también la hemos visto en numerosas películas como Los Intocables. De hecho la fachada que es también maravillosa aparece en otras películas como Los Vengadores. En el vestíbulo el increíble techo de color aguamarina es una de las atracciones, con las constelaciones del zodíaco representadas con finas líneas blancas. Pero además del vestíbulo hay diferentes estancias con restaurantes, tiendas, y la curiosa Galería de los Susurros, donde el sonido va de punta a punta de la galería, pudiendo hablar con alguien en el otro extremo como si estuvieras al lado. Tras la estación está el imponente rascacielos del MetLife. Pasamos por el edificio Chrysler, uno de los más característicos del Midtown y callejeando llegamos hasta el otro lado de Manhattan, donde se encuentra el edificio de la ONU, un rascacielos rectangular a orillas del río East. Paseamos por los alrededores porque ya no se podía entrar – es posible visitar el interior en horario de mañana.

Central Station en Nueva York, USA, Estados Unidos, USA
                                                                                                                            Grand Central Terminal

Desde la terraza del edificio de la ONU hay una buena vista de un precioso puente, el de Queensboro, que además pasa sobre la isla Roosevelt. Seguimos caminando hacia el puente y nos acercamos a un maravilloso mirador casi bajo el puente, en Sutton Square. Otra imagen de película, pues este puente no tiene nada que envidiar a los otros de Nueva York.  Desde aquí fuimos a coger el teleférico de la isla de Roosevelt. Se toma unas calles más arriba en la Segunda Avenida. El teleférico funciona casi las 24 horas y las vistas durante el recorrido hacia el puente  y Manhattan son muy bonitas. La pena es que va por el lado norte del puente y el propio puente  nos tapa las mejores vistas pero aun así merece la pena. Una vez en la isla caminamos por el paseo junto al río disfrutando de espectaculares vistas hasta llegar a la punta sur de la isla, donde hay un mirador en el parque Franklin D. Roosevelt. Las vistas hacia los rascacielos de Manhattan son espectaculares. De hecho es la mejor vista de algunos edificios como el de la ONU. El edificio Chrysler también se ve muy bien desde aquí. Justo antes de llegar al extremo del parque se ven los restos de un antiguo hospital hoy en ruinas.

Teleférico de la isla Roosevelt, USA, Nueva York, Estados Unidos
                                                                                                                 Teleférico de la isla Roosevelt

Volvimos al teleférico  para regresar a Manhattan y una vez allí, como estábamos bastante cansados decidimos volver a cenar al apartamento pues había sido un día en el que nos habíamos pasado buena parte del mismo caminando.

DÍA 9:

Tras desayunar en el apartamento este día optamos por el ferry para acceder a Manhattan. Tomamos el ferry en el muelle Paulus Hook y nos dejó en unos pocos minutos en un embarcadero justo debajo del One World Trade Center. Recorrimos el muelle caminando porque es una zona muy bonita para pasear con fabulosas vistas hacia los rascacielos y también hacia Nueva Jersey. Hay un pequeño puerto deportivo, en una pequeña ensenada llamada North Cove. Allí vimos también el Irish Hunger Memorial, un curioso monumento acondicionado como un terreno rural irlandés.

Después subimos hasta la zona del World Trade Center y fuimos a ver The Oculus, la espectacular estación de metro de Calatrava. El edificio por fuera es impresionante. Entramos por una de sus puertas para visitar el fabuloso interior. El vestíbulo central es realmente abrumador y desde una de las plataformas que hace de mirador es posible contemplar toda la estructura de las ‘vértebras’ del edificio. Además de la estación de  Metro hay un centro comercial bajo tierra para los amantes de las compras.

The Oculus, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                                 The Oculus

Salimos del Oculus y fuimos a visitar el cercano Liberty Park,  justo al sur de las fuentes en homenaje a las víctimas. Es un bonito jardín situado en una plataforma elevada sobre las calles que lo rodean. Desde lo alto del Liberty Park se puede contemplar todo el World Trade Center: el One World, las fuentes norte y sur, el Museo, el Oculus y un montón de rascacielos rodeando este oasis verde en el centro de esta zona de Manhattan. En el extremo este está la reconstruida iglesia de St Nicholas, destruida el 11-S. Es una iglesia muy moderna, con unas cúpulas que a mí me recordaron a las típicas de las ciudades de Star Wars.

Abandonamos definitivamente la zona del World Trade Center y nos fuimos hasta el City Hall por la calle Broadway una vez más. El ayuntamiento y el edificio de los juzgados son dos bonitos edificios clásicos en una zona verde que se encuentra en medio de la jungla de rascacielos. Son dos edificios bonitos, y justo desde allí parte la rampa que lleva al mítico puente de Brooklyn.  En uno de los laterales de la plaza, en el 1 de Centre Street se encuentra uno de los rascacielos más espectaculares de Manhattan, con un arco en su parte inferior que da paso a una pequeña zona peatonal. En esta zona donde hay muchos edificios oficiales acabamos en la Plaza Foley, rodeada de impresionantes edificios como la Corte Suprema, una plaza realmente preciosa.

1 Centre Street, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                           1 Centre Street

En las cercanías visitamos el Barrio Chino de Nueva York. No es tan auténtico como el de San Francisco por ejemplo pero  está  bien para echarlo un vistazo. Hay algunas calles que son bastante pintorescas, como la Calle Doyers y la calle Pell, de las primeras que encontramos en nuestro recorrido. También en esta zona Mott Street es una de las más bonitas. En general esta parte cercana a la Plaza Columbus es la más interesante. Canal Street y Mulberry Street son dos de las arterias principales arterias del barrio, y las aceras aparecen apelotonadas con todo tipo de comercios que venden de todo, con sus productos en plena calle. Todo un contraste con las pulcras y limpias calles que habíamos visto hasta entonces. No se puede decir que sea una zona sucia pero sí que hay una sensación de desorden muy típica. Callejeamos por la zona y comimos algo en un fabuloso mercado cubierto, el Canal Street Market. Justo a la entrada del puente de Manhattan pudimos ver el Templo de Mahayana, con una impresionante estatua dorada de Buda en su interior. En la plaza donde se encuentra está el acceso al Puente de Manhattan que ya habíamos recorrido otro día.

Chinatown, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                                   Chinatown

Saliendo del auténtico barrio chino pasamos por Little Italy aunque aparte de algunos restaurantes típicos poco hay que ver por aquí. Fuimos después a visitar el barrio de Tribeca, un antiguo barrio industrial que se ha convertido en uno delos distritos de moda de la ciudad. Allí vimos algunos lugares muy pintorescos, como la estación de bomberos de Cazafantasmas, en el 15 de Varick Street o como un pasaje aéreo en una calle muy típica como Staple Street – la típica calle de gangsters de los años 20 -. Además de los preciosos edificios de ladrillo con sus escaleras de incendios en la fachada vemos algunos rascacielos modernos. Es una zona muy pintoresca que te hace imaginarte como era Nueva York en el pasado. Aquí y allá vimos algunas calles realmente pintorescas, como las que te esperas ver en cualquier película de policías. En Harrison Street se encuentran algunos de los edificios más antiguos. Ya saliendo del barrio pasamos por el edificio de los almacenes Fleming Smith Warehouse, un precioso edificio del siglo XIX, como atestigua la fecha que se encuentra en su fachada.

Y ya para terminar el día nos dirigimos al barrio del Soho. El barrio, protegido como Distrito Histórico, alberga varias decenas de edificios de hierro fundido del siglo XIX. Es una zona en la que pudimos ver muchísimas boutiques y tiendas de lujo. El principal atractivo de este barrio es la arquitectura de sus edificios, algunos son realmente preciosos. En calles como  Greene, Spring, Prince, Wooster, o Broome, hay muchas muestras de edificios con sus típicas escaleras de incendios por el exterior.  La misma calle Broadway también alberga bonitos edificios en esta zona. Hay muchas pequeñas calles pintorescas donde pudimos sacar muchas fotos. De hecho en este barrio se han rodado muchas películas y series por lo que algunos lugares nos resultaron vagamente familiares. Por ejemplo en el 102 de Prince Street vimos el edificio de Ghost. Además de las boutiques de alto standing encontramos tiendas de segunda mano y otras más asequibles por lo que aprovechamos para entrar a ver alguna de ellas. Una que nos gustó mucho fue The Market NYC en el 483 de Broadway. También cenamos aquí en un local muy animado en la misma calle Spring. Tras la cena aprovechamos el bus turístico para acercarnos al muelle del Hudson para volver en ferry a Jersey City, a nuestro apartamento.

Staple Street, Nueva York, USA, Estados Unidos
                                                                                                                                               Staple Street

Y con esto terminamos 9 días realmente intensos, en los que creo que vimos gran parte de las atracciones principales de Nueva York. La ciudad es maravillosa y desde luego da para pasar incluso más días en la misma, porque la cantidad de actividades y puntos de interés que hay a lo largo de Manhattan y los alrededores es espectacular. En pocas ciudades del mundo se pueden hacer tantas y tantas cosas como en Nueva York.

Puntos de interés: