Visitamos Oslo, la moderna capital noruega

La capital de Noruega es una ciudad pequeña, compacta y que se puede recorrer perfectamente en un par de días. Su entorno natural es espectacular, situado muy cerca de la región de los fiordos, en un paraíso de naturaleza exuberante. El corazón de la ciudad es el puerto, repleto  de terrazas en los largos días de verano y  vigilado por el castillo de la ciudad. En el centro encontramos diferentes museos, galerías, el palacio real y grandes edificios de las instituciones del país. Oslo, como toda Noruega, es también una ciudad muy cara, pero podemos encontrar algunas opciones más económicas para alojarnos y comer.

​Oslo Sentralstasjon
                                                                                                                                 Oslo Sentralstasjon

DÍA 1:

Del aeropuerto al centro  nos desplazamos  en un cómodo tren que en muy poco tiempo – una media hora - nos deja en el corazón de la ciudad. Y es muy cerca de aquí donde empezamos nuestra visita, en el edificio de la Ópera. El edificio es impresionante, simula una especie de barco moderno varado en la orilla. Lo más curioso e interesante es que podemos subir caminando por escaleras y rampas en la propi fachada hasta la azotea del edificio donde podemos disfrutar de unas espléndidas vistas de la ciudad. Es un edificio blanco, de mármol,  realmente muy atractivo. El edificio de la Ópera es una de las estampas más famosas de la ciudad. También pudimos entrar y ver parte del monumental interior. Desde el edificio  de la Ópera sale un paseo que va desde la Ópera hasta el puerto de Oslo que es muy bonito.

Ópera de Oslo
                                                                                                                                          Ópera de Oslo

Seguimos el paseo hacia el puerto y pudimos ver el edificio de la Bolsa, con su fachada neoclásica, aunque en una posición que no destaca demasiado en el paisaje urbano de la ciudad. Seguimos un poco por el paseo antes de entrar ya en las calles de la zona de Kvadraturen. Allí hay diferentes museos. En la zona contigua a este distrito en un saliente sobre el mar se encuentra la fortaleza o castillo de Oslo. Visitamos dentro del recinto el Museo de la Historia de las Fuerzas Armadas – o Museo de La Defensa - , alojado en un espectacular grupo de edificios. La exposición es muy interesante  y los propios edificios de ladrillo también merecen la pena. Además la entrada es gratis, así que no hay excusa para no echar un vistazo a la extensa exposición de armas.  Fuera del museo hay varios cañones y algún carro de combate de la segunda guerra mundial.

Fortaleza de Oslo, Noruega
                                                                                                                                     Fortaleza de Oslo

Junto al Museo se encuentran las construcciones más interesantes de Oslo, el conjunto de edificios de la Fortaleza de Akershus, que alberga a día de hoy el Castillo, el Museo de La Historia de Las Fuerzas Armadas, el Museo de la Resistencia, varios ministerios y toda una serie de edificaciones de carácter militar. Algunas de las edificaciones son realmente antiguas y esta es una zona maravillosa para pasear, por sus calles empedradas admirando los diferentes edificios. Estuvimos paseando por sus variados rincones, recorrimos todo el perímetro de la muralla con vistas al fiordo – esta zona es muy agradable pues las vistas sobre el puerto son preciosas - y a la animada zona del puerto, y también visitamos el interior del Castillo. Aunque la entrada al conjunto de la fortaleza es gratuita para entrar en el castillo si hay que pagar. Pero merece la pena. Lo primero que vimos en este castillo son las mazmorras y las criptas donde están enterrados varios reyes noruegos. Luego fuimos ascendiendo y nos encontramos con una capilla. A lo largo de la visita se recorren diferentes salones, con techos altos y lámparas de velas, todo muy pintoresco. Tras la visita al castillo buscamos algún sitio para comer algo pues ya se nos había hecho bastante tarde.

Vistas hacia puerto Oslo, desde castillo, Noruega
                                                                                                                         Vistas hacia puerto Oslo

Y tras la visita a toda esta zona – la más interesante de la capital – nos fuimos hasta la plaza del ayuntamiento. Para llegar allí se pasa por una zona más nueva con abundantes museos, y se llega a la plaza de Christiania Torv, con una fuente en forma de mano que señala al suelo. Pusimos  ver varios edificios del siglo XVII bien conservados en Kvadraturen como por ejemplo el que fuera el primer ayuntamiento de Oslo y el restaurante más antiguo de la ciudad: el Café Engebret. Seguimos hasta la plaza del Ayuntamiento. Desde la plaza del ayuntamiento, un amplio espacio a orillas del fiordo, hay buenas vistas del castillo y de los muelles que parten de la propia plaza. La plaza cuenta con una fuente adornada con diferentes esculturas y llama la atención el edificio del ayuntamiento, de líneas muy sobrias, pero un edificio muy bonito ccon sus dos torres. El Ayuntamiento es la sede de  la entrega de los premios Nobel. Como ya estaba cerrado dejamos para el día siguiente la visita al interior y seguimos nuestro paseo por el puerto.

Ayuntamiento de Oslo, Noruega
                                                                                                                            Ayuntamiento de Oslo

Aker Brygge es el nombre de la zona de muelles del puerto. Es una zona preciosa, repleta de restaurantes, bares y realmente agradable para darse un buen paseo. Las vistas hacia el otro lado del puerto, hacia la fortaleza son  realmente bonitas. A la  entrada del muelle hay un bonito edificio, el Nobel Peace Center, dedicado a los premios Nobel. A lo largo del muelle, que tiene un precioso suelo de madera, se pueden ver terrazas en barcos amarrados en el propio muelle, y un precioso reloj que es el símbolo del muelle. Más o menos a partir de este punto el paseo se convierte en peatonal lo que aumenta su atractivo. Hay un pequeño faro, y numerosos barcos preciosos amarrados. Hacia el final del paseo otro muelle alberga un moderno edificio con una fachada espectacular que alberga bares y restaurantes.

Aker Brygge, Oslo, Noruega
                                                                                                                                              Aker Brygge

 Al final del paseo un puente cruza un canal rodeado de modernos edificios en una zona de expansión de la ciudad con una arquitectura realmente interesante, es la zona de Tjuvholmen. Es una zona fantástica para seguir el paseo, con amplias zonas peatonales, con sus muelles de madera, algún que otro canal, el museo de arte moderno y muchos rincones preciosos, eso sí, todo moderno y de nueva construcción.  

Tjuvholmen, Oslo, Noruega
                                                                                                                                               Tjuvholmen

Volvemos hacia la zona del Ayuntamiento por el interior de esta zona de Aker Brygge donde contrastan edificios muy modernos con antiguos almacenes portuarios rehabilitados y repletos de bares y restaurantes. Ya hacia el interior seguimos por esta zona y vemos el Palacio de Conciertos de Oslo, un  edifico también de líneas rectas y muy austero con algunas esculturas en su exterior. Por esta zona vemos algún museo más y llegamos al Palacio Real. Lo más bonito es sin duda el jardín y las vistas del centro y de Karl Johans Gate – la principal arteria del centro de Oslo - desde la colina en la que está emplazado. Eso obviamente es gratuito. El interior del palacio es bastante prescindible por lo que nos habíamos informado previamente así que no lo visitamos.

Karl Johans Gate
                                                                                                                                     Karl Johans Gate

Comenzamos a recorrer la calle de Karl Johan. La zona cercana al palacio es realmente monumental. Allí se pueden ver el Teatro Nacional, los imponentes edificios de la universidad y muy cerca de allí en la calle paralela varios museos y la Galería Nacional de Arte. Seguimos recorriendo la calle hacia el este disfrutando de los numerosos edificios señoriales, algunos de ellos instituciones, y de las diferentes zonas comerciales que alberga la calle. Es una calle preciosa por la que es un placer pasear. Pasamos por el monumental edificio del parlamento Noruego, con un bloque central circular y unos bonitos jardines. Un poco más adelante llegamos a la Catedral, la iglesia más importante de la capital noruega. Es un edificio bonito  y que en su interior destaca por las vidrieras y algunas pinturas. Y así llegamos de nuevo hasta la estación central, en una plaza con mucho ajetreo y con una curiosa torre metálica y de vidrio donde también destaca una enorme escultura de un león.

Parlamento de Noruega, Oslo
                                                                                                                           Parlamento de Noruega

Dese allí estuvimos callejeando hacia el norte por una zona bastante interesante donde aquí y allá encontramos algunos edificios interesantes como en la plaza Youngstorget, donde un pintoresco y antiguo mercado domina uno de los extremos de la misma. Un poco más al oeste encontramos el barrio de edificios gubernamentales con construcciones bastante importantes e interesantes. También entre tanto edificio moderno se puede ver alguna iglesia como Trefoldighetskirken, un precioso edificio, o la catedral de San Olaf de Oslo. Y como ya era tarde – que no de noche pues en verano en  Oslo anochece tardísimo – nos desplazamos de nuevo a la zona del puerto para buscar un sitio para cenar. Elegimos uno en el mismo muelle y cenamos algo  sencillo, pues los precios son realmente escalofriantes. Tras la cena nos dirigimos  al hotel tras un largo día en Oslo.

Youngtorsget, Noruega, Oslo
                                                                                                                                            Youngtorsget

DÍA 2:

Tras desayunar nos dirigimos al puerto  con la idea de hacer un viaje en barco por  el fiordo. No teníamos demasiado claro o no porque habíamos oído opiniones para todos los gustos. No obstante nos decidimos a hacerlo y no nos arrepentimos. Es cierto que el fiordo de Oslo nada tiene que ver con los exuberantes y espectaculares fiordos que te puedes encontrar en el resto de Noruega, pero ver desde el agua en un barco algunas de las pequeñas islas con sus cabañas, construcciones tradicionales, pequeñas iglesias, el propio Oslo desde el mar, etc… tiene su encanto y desde luego estuvimos entretenidos todo el tiempo que duró el viaje.

Paseo en barco por el fiordo de Oslo, Noruega
                                                                                                    Paseo en barco por el fiordo de Oslo

Recorrimos el fiordo de Oslo durante dos horas pasando por Hovedøya –la primera isla que nos encontramos tras salir del puerto - , Gressholmen –otra isla con un bonito faro- , Nesodden – un conjunto de pequeñas islas que pertenecen al municipio situado en frente de Oslo - y Middagsbukta – la otra parte del fiordo-. El  viaje es entretenido pues vas rodeando pequeños islotes, pasando por diferentes  estrechos y como además el tiempo acompañaba pues mereció mucho la pena. El crucero además pasa por la Opera en Bjørvika y la zona de los museos de Bygdøy. El barco en el que hicimos el crucero fue un precioso velero – aunque no  siempre debe ser así – y una guía nos fue facilitando explicaciones de los paisajes, edificios y  demás cosas que veíamos en inglés. A bordo del barco se pueden comprar refrescos. En definitiva un muy buen complemento a la visita a pie de Oslo, aunque por supuesto no hay que esperar ver los maravillosos paisajes de los fiordos. Nos recordó un poco al viaje por el archipiélago de Estocolmo que también habíamos hecho cuando visitamos la capital sueca.

Islote en el viaje en barco por Oslo, Noruega
                                                                                                                       Islote en el viaje en barco

Tras desembarcar nos fuimos directos al ayuntamiento para hacer la visita que no habíamos podido hacer el día anterior. Lo que si habíamos hecho es reservar por internet la visita guiada gratuita. La estrella del ayuntamiento es el salón  donde  se entregan los Nobel. Es un espectacular salón decorado con pinturas murales gigantes que reflejan la historia de Noruega. A lo largo de la visita se pasa por otros salones también profusamente decorados así como por un salón de banquetes con más obras de arte en sus paredes. También se puede ver el salón de plenos donde se reúne la corporación municipal. Los muebles, escaleras y demás elementos de la visita son  realmente interesantes. Y tras salir del ayuntamiento comimos algo en los alrededores.

Interior ayuntamiento, Oslo, Nobel, Noruega
                                                                                                          Interior del ayuntamiento de Oslo

Desde la zona del ayuntamiento  nos dimos un buen paseo hasta  el parque Vigeland, en la zona oeste de  la ciudad.  Se trata de un parque con una colección de esculturas del escultor noruego Vigeland. La mayor atracción del parque es el Monolito (“Monolitten”), que es un bloque de granito que tiene 17 metros de altura, y contiene talladas 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas entre sí. Además de esa obra hay muchas más, como el niño enfadado del Sinnataggen y muchas más. La propia disposición del parque con su monumental entrada, el puente…. hacen que el lugar sea muy agradable para pasear e ir observando las diferentes obras del artista.  El conjunto de esculturas se inspira en acontecimientos de la vida cotidiana. Otra de las esculturas más famosas del parque y que se encuentra al final del mismo, se llama “Livshjulet”, "la rueda de la vida", en la que siete figuras humana se entrelazan formando un círculo. Estuvimos un buen rato paseando  tranquilamente por el parque. El único inconveniente que tiene es que está bastante alejado del centro.

Parque de Vigeland, Oslo, Noruega
                                                                                                                                 Parque de Vigeland

Regresamos desde el parque hacia la zona centro y pasamos por la zona de St. Hanshaugen, donde hay unas encantadoras calles, Telthusbakken y Damstredet, que son las calles más bellas de Oslo, parecen calles de un pueblecito con pintorescas y coloridas casas de madera y no de una ciudad. Para disfrutar de una buena vista de Oslo, subimos por la colina del parque St. Hanshaugen, una zona verde con buenas vistas. Y después seguimos hasta  Grünerløkka, un barrio en el que se han  diseñado una serie de edificios realmente bonitos, punteros por su arquitectura innovadora. Es una zona no demasiado extensa pero ofrece un paisaje urbano moderno y contrastan las nuevas obras arquitectónicas con algunos edificios industriales renovados.

Grünerløkka, Oslo, Noruega
                                                                                                                                              Grünerløkka

Y terminamos el día en el frente del fiordo muy cerca del edificio de la Ópera donde  hay un conjunto de edificios muy altos que destacan en el skyline de la ciudad y que en  conjunto  se denominan el Barcode – código de barras – que es el aspecto que presentan desde el fiordo. Son también proyectos de diseño innovador y estuvimos paseando  por los alrededores. Desde luego en lo que a diseño en la arquitectura moderna Oslo es un referente a nivel mundial, un paraíso para los aficionados a la arquitectura y el diseño modernos. Desde la zona de la Ópera pasamos por un precioso puente a nivel del mar que cruza la franja de mar delante del Barcode y accedimos a una zona también de reciente construcción con edificios modernos muy bonitos, Sørengstranda, un fantástico paseo por la orilla del mar y muy buenas vistas. Estuvimos paseando por allí y por un parque cercano, el parque de Middelalderparken, donde hay unos edificios de ladrillo rojo muy pintorescos, algún tipo de antiguo almacén marítimo, y unas ruinas, desde una zona verde a orillas del mar también con grandes vistas a la zona del Barcode. Y así acabamos nuestro segundo día en la capital noruega, cenando en la misma zona que el día anterior y de vuelta al hotel.

Barcode, Oslo, Noruega
                                                                                                                                                    Barcode

DÍA 3:

Este día iba a ser corto pues a la tarde salía el vuelo de regreso, así que madrugamos decididos a aprovechar a tope la mañana. Nos acercamos al muelle y tomamos el ferry hacia Bygdoy, una antigua isla que luego se unió a la tierra y que contiene una buena selección de los mejores museos de la ciudad. En ferry se llega en unos 15 minutos o menos y allí hay numerosos museos que se pueden visitar además de un entorno natural muy agradable que es una gozada para pasear y por las vistas que ofrece del  fiordo. En la zona sur hay una zona natural compuesta por calas, zonas verdes… que es una maravilla.

Playa en Bigdoy, Oslo, Noruega
                                                                                                                                       Playa en Bigdoy

Elegimos una combinación de museos que nos permitiese aprovechar la mañana al máximo. Empezamos visitando el museo Fram, que expone las aventuras de los exploradores noruegos y cuya principal atracción es un imponente barco polar. El navío Fram que se expone es el original, con su interior intacto. Pusimos entrar al barco y verlo por dentro, una verdadera gozada. El museo presenta también imágenes de fauna de las regiones polares, como osos polares y los pingüinos. La visita al museo nos llevó algo más de hora y media. Tras salir del museo nos dirigimos al Museo de los Barcos Vikingos, un museo bastante pequeño pero interesante. El museo muestra los barcos vikingos mejor conservados del mundo, encontrados en el fondo del fiordo de Oslo para acompañar en el viaje al más allá a los difuntos. El museo muestra además de los barcos,  los hallazgos hechos en las tumbas: pequeñas embarcaciones, trineos y el único carro de la época vikinga. Todo muy interesante y además este museo se ve bastante rápido porque es realmente pequeño.

Museo Fram, Oslo, Noruega
                                                                                                                                              Museo Fram

Finalmente entramos  en el más grande de los museos, el Museo Popular Noruego, donde al aire libre hay más  de 150 edificaciones tradicionales de Noruega que se han  trasladado desde su emplazamiento original hasta aquí. Quizás el museo no es tan espectacular como otros  que hemos visto en Europa del mismo estilo, pero la joya de la corona es  Iglesia de madera de Gol, construida en época medieval en el pequeño pueblo de Gol. Es una de las típicas iglesias que se pueden  encontrar diseminadas por el país y es realmente bonita, toda de madera, con sus dragones adornando diferentes partes de la fachada… la verdad es que esta iglesia eclipsa el resto del museo al aire libre. No obstante el resto de edificaciones y las demostraciones sobre tradiciones noruegas son una verdadera gozada.

Iglesia Gol, Noruega, Oslo, Museo Popular Noruego
                                                                                             Iglesia Gol en el Museo Popular Noruego

Y tras la visita al museo aprovechamos para pasear un  poco por la zona, acercándonos a la zona de Dronnlingen, donde hay un importante puerto deportivo y sobre todo vistas hacia el centro de Oslo. Y ya sin tiempo para más volvimos de nuevo en ferry a la zona del puerto y tras comer algo rápido nos dirigimos al tren con destino al aeropuerto. La verdad es que Oslo no es una ciudad espectacular pero tiene varias atracciones interesantes y como una escapadita de dos o tres días, o como complemento a un viaje por los espectaculares fiordos noruegos merece bastante la pena.

Museo del barco vikingo, Oslo, Noruega
                                                                                                                         Museo del barco vikingo

 

Puntos de interés en Oslo:

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