Un fantástico balcón sobre el valle de Pineta

Esta fantástica ruta en el Parque Nacional de Ordesa sube hasta el lago de Marboré desde la Pradera de Pineta salvando más de 1.300 metros de desnivel por lo que es una excursión de día de las más duras en todo el Pirineo. No obstante no hay dificultades técnicas y las vistas son espectaculares, por lo que solo es cuestión de ponerse manos a la obra y disfrutar de las maravillosas vistas del valle de Pineta. Son poco más de 4 horas de subida y unas 3 de bajada, recorriendo en total unos 14 Km.

El punto de partida para la excursión es el parking que hay muy cerca del Parador en la orilla izquierda del río según vienes de Bielsa. Desde el propio parking el camino aparece ya señalizado como el Camino de Marboré y seguimos las indicaciones hacia el fondo del valle dejando atrás el parador en la otra margen del río. La primera parte de la caminata y la más sencilla discurre por el interior del bosque y poco a poco vamos ganando algo de altura, aunque lo más duro vendrá después. Cruzamos el río por un puentecillo metálico y por el camino pasamos el desvío a los llanos de La Larri – un bonito lugar para un sencillo paseo por cierto -.

Comienzo de la subida al Balcón de Pineta
                                                                                          Comienzo de la subida al Balcón de Pineta

Según avanzamos el bosque va dejando paso a una zona de helechos conocida como El Felgueral. Y poco a poco también los helechos van desapareciendo y nos encontramos al fondo del valle frente a la pared que deberemos ir subiendo. A la izquierda se ven las Cascadas del Cinca, que en Mayo cuando hicimos la ruta bajaban con abundante agua. Esta es otra zona preciosa para pasar un día maravilloso en la naturaleza si vas con niños por ejemplo. La zona de la cascada dispone de amplios prados donde poder disfrutar de la naturaleza tranquilamente.  

Cascadas del Cinca
                                                                                                                                 Cascadas del Cinca

Dejando atrás el desvío que lleva a la base de las cascadas del Cinca comienza la senda ya de roca y piedras sueltas que constituye la subida de verdad. Hasta aquí hemos andado ya casi 3 Km y no hemos ganado ni 400 metros de altitud. El camino está muy trotado y es muy claro por lo que no hay pérdida posible. La senda pica hacia arriba sin tregua y vamos avanzando atravesando zonas de rocas y pequeñas caídas de agua que vienen de la parte superior. Se trata de superar el tremendo escalón de piedra que forma el anfiteatro del valle de Pineta. Ésta es la parte más ardua de la excursión pero las vistas sobre el valle se van abriendo más y más a medida que ascendemos por la pared del balcón. El camino es un continuo zig-zag hacia arriba que parece no tener fin.

Vistas a lo largo de la subida
                                                                                                                 Vistas a lo largo de la subida

La subida se hace larga porque no ves el final pero poco a poco se hace. Así llegamos a una zona conocida como el Embudo, tras pasar por un tramo algo menos vertical. El Embudo marca el tramo final del ascenso y es una zona más abierta y rocosa donde a veces no es fácil identificar el  sendero que sube en zig-zags. No obstante no hay pérdida porque sólo hay que seguir hacia arriba hasta que de nuevo la senda se empieza  a hacer de nuevo más visible. Y tras pasar el Embudo solo hay que seguir el sendero por una cornisa – no demasiado expuesta y suficientemente ancha – para llegar al Balcón, señalizado con un enorme mojón de piedras.

El Embudo
                                                                                                                                                El Embudo

Y así por  fín llegamos al Balcón de Pineta, un fantástico mirador a algo más de 2500 metros de altitud que da nombre a la excursión y que nos ofrece unas vistas espectaculares del valle de Pineta. Vemos perfectamente el valle alargado rodeado de impresionantes montañas que superan los 2500 metros pero que ahora vemos al nivel de nuestros ojos. Las laderas del valle están perfectamente definidas en el paisaje y son un fantástico ejemplo de la acción de los hielos glaciares en el pasado. Ésta es la vista que nos ha acompañado durante  toda la subida pero aquí se puede apreciar en su máximo esplendor. Y lo que no veíamos durante la subida y ahora podemos contemplar es otra fantástica estampa: el Monte Perdido con su glaciar y el Cilindro de Marboré , con el Collado de Astazú y los picos del mismo nombre al fondo. Un paisaje de alta montaña realmente maravilloso.

Vistas desde el Balcón de Pineta
                                                                                                           Vistas desde el Balcón de Pineta

Para culminar la excursión ya sólo nos queda un sencillo camino hasta el lago helado de Marboré. El trayecto y prácticamente llano – lo que se agradece después de la interminable subida -  está marcado con montoncitos de piedra entre un amasijo de grandes bloques de roca. En Mayo todavía quedan parches de nieve aquí y allá –lógicamente esto dependerá de cómo haya ido el invierno en cuanto a nieve - , pero son pequeños y no hay ningún peligro, es más son un regalo para nuestros ojos. Finalmente se llega hasta el lago (2.590 m.) que no es visible hasta  que prácticamente nos topamos de narices con él tras dejar atrás unas rocas. El lago no demasiado grande no está helado pero es igualmente bonito con el impresionante marco de fondo  que tiene. Justo enfrente nuestro vemos el Refugio de Tucarroya, encajado en la brecha del mismo nombre, y que debe de tener unas vistas espectaculares.

Ibón de Marboré
                                                                                                                                       Ibón de Marboré

Y tras disfrutar del lugar y del momento sólo queda hacer la bajada, que también tiene su complicación pues las rodillas sufren en  el largo descenso. Tras dejar atrás la pared montañosa nos acercamos a disfrutar de la Cascada del Cinca y allí pasamos el resto de la tarde, simplemente relajándonos después de la  espectacular excursión.

Glaciar del Monte Perdido
                                                                                                                       Glaciar del Monte Perdido

Esta ruta es la más dura que se puede hacer en el sector del valle de Pineta del parque Nacional de Ordesa. Es dura por la subida, aunque no hay ninguna dificultad técnica, ni tramos aéreos ni nada por el estilo, por lo que es accesible a todo aquel que este acostumbrado a caminar por la montaña. Y es un verdadero lujo poder llegar a estas altitudes sin ninguna complicación técnica. Es un paisaje y una altura muchas veces vedado para los senderistas en los Pirineos precisamente por las dificultades que suelen aparecer en esas altitudes. Y  eso sí, la excursión es marga por lo que conviene madrugar. Solo de caminata tenemos 7 horas a las que hay que añadir descansos, comida, paradas para fotos… Si quieres y puedes alargar la excursión mencionar que desde el lago  de Marboré puedes llegar hasta el cuello de Astazú (una hora larga más de subida) desde donde se puede ver el precioso valle de Gavarnie en Francia, al que ya dedicamos otra entrada: Excursión a Gavarnie.

Paisaje a lo largo de la subida
                                                                                                                Paisaje a lo largo de la subida

 

Descripción del itinerario: