Visita al pueblo y embalse de Guadalest

El pequeño pueblo alicantino de Guadalest y su ubicación sobre el embalse del mismo nombre constituyen realmente una vista espectacular - los restos de un castillo medieval y el pueblo precariamente encaramado en lo alto de una montaña con vistas al pantano de un color turquesa- . A media hora en coche de Benidorm, ubicado en un valle privilegiado y rodeado por las sierras de Aitana, Xortá y Serrella, encontramos esta joya que es sin duda uno de los  pueblos más bonitos de España.

Panorama de Guadalest
                                                                                                                          Panorama de Guadalest

Nada más llegar podemos dejar el  coche en uno de los amplios parkings habilitados. A pesar de ser un pueblo realmente pequeño es muy visitado especialmente en época estival ya que constituye una excursión ideal para muchos veraneantes que se encuentran en la cercana costa. El pueblo está estructurado claramente en dos zonas, la zona del castillo (en la zona más alta sobre la propia roca) y el barrio del Arrabal, fuera de las murallas, en las laderas de la montaña. El barrio del castillo se encuentra protegido por un lado por la antigua muralla que defendía Guadalest y por otro, por la propia muralla natural que forma la montaña donde se sitúan sus casas.

Entrada al barrio del Arrabal
                                                                                                                  Entrada al barrio del Arrabal

Accedemos al casco antiguo por la calle Sol en la zona del Arrabal, donde podemos ver un antiguo lavadero y varios bares y tiendas de souvenirs y productos típicos en una placita. Las casas son bajas y encaladas, preciosas. Aquí hay unas pocas calles peatonales que  nos llevan a la zona de la roca y el castillo. La ruta es evidente pues la  roca se ve desde el principio.  Tras pasar por un par de callejuelas más repletas de tiendas de souvenirs accedemos por unas escaleras a la entrada al promontorio rocoso y al barrio del castillo: la puerta de Sant Josep, cortada en la propia roca  en la que se levantan las ruinas del castillo y el distintivo campanario de la iglesia - que a menudo se puede ver fotografiado o en postales - . Desde la puerta de Sant Josep tenemos también fantásticas vistas al valle y a la parte baja del pueblo.

Calle principal del barrio del castillo de Guadalest
                                                                              Calle principal del barrio del castillo de Guadalest

Al atravesar el túnel lo primero que se ve son las viejas casas de pueblo y un  entorno muy acogedor. Allí mismo se encuentra la entrada al castillo y la fortaleza. Lo que más destaca es su espectacular ubicación, sobre roca en la parte más elevada del pueblo. Junto a la entrada al castillo está el museo de la Casa Orduña – la entrada es común - donde se puede ver cómo era la vida en Guadalest hace unos cuantos siglos mediante una colección de objetos de la época. Visitamos varias estancias como la cocina, el comedor y las habitaciones. Una visita rápida pero interesante. Tras el recorrido por la Casa Orduña se llega a una pasarela que da acceso al castillo. Hay que subir un buen número de escalones por una pasarela metálica y llegamos hasta la parte superior donde hay unas vistas impresionantes del valle desde el Castillo.

Vista del campanario y la torre de la fortaleza
                                                                                      Vista del campanario y la torre de la fortaleza

Saliendo por la parte superior de la casa avanzamos hacia las dos fortalezas. La primera parte que nos encontramos al salir de la casa Orduña es la fortaleza de Alcozaiba. De esta fortificación musulmana del siglo XI, solo queda una torre. Lo mejor es disfrutar de una de las mejores panorámicas de Guadalest. La visita continua en el Castillo de San José. También de origen musulmán, se encuentra situado sobre la roca en la punto más elevado de Guadalest. Ascendiendo por sus cuestas nos encontraremos con un vía crucis que desemboca en el antiguo cementerio del pueblo. Realmente lo que se visita tras salir de la casa Orduña es todo exterior pero las vistas merecen mucho la pena. La vista del campanario y la torre de la fortaleza desde el castillo de San José es también espectacular y es una foto que habrás visto en muchas postales de Guadalest.

Vistas del castillo de Guadalest
                                                                                                             Vistas del castillo de Guadalest

Tras salir del castillo llegamos a la contigua iglesia Nuestra Señora de la Asunción, que está al lado de la Casa Orduña. Es de estilo barroco y su interior es bastante austero. Seguimos avanzando por la única calle del barrio  del castillo hasta llegar a la plaza de San Gregorio donde se encuentra el ayuntamiento.  En los bajos del edificio, en lo que eran antiguamente unos aljibes, se encuentra la antigua prisión de Guadalest. Y desde la propia plaza – repleta también de tiendas de souvenirs – accedemos ya a una magnífica terraza con vistas espectaculares a la zona del embalse. Esta terraza se extiende  a lo largo de unos 100 metros colgada sobre la ladera de la montaña y nos ofrece diferentes panorámicas del embalse y del río Guadalest, que nace entre la sierra de Aitana y la sierra de Serella, atravesando el valle del mismo nombre. Termina al oeste del pueblo en la punta del espolón rocoso sobre el que se encuentra construido el barrio. Es una zona para recorrer con calma y disfrutar de las fantásticas vistas.

Vistas desde la terraza del barrio del castillo
                                                                                       Vistas desde la terraza del barrio del castillo

A pesar de ser un pueblo muy pequeño hay una buena colección de rincones pintorescos, con sus plazas y casitas bajas encaladas que dan mucho encanto al pueblo. Además el pueblo tiene seis museos repartidos en los dos barrios. El Museo Microgigante tiene como  protagonistas a las miniaturas, y el Museo Etnológico alberga una exposición permanente sobre la vida cotidiana de sus habitantes durante los siglos XVI al XX. Los otros museos que podemos visitar son el Museo de vehículos históricos, el Museo Histórico Medieval, el Museo Antonio Marco y el Museo de Saleros y Pimienteros. A priori no parecen excesivamente interesantes y parece que responden más a un intento de explotación turística, pero bueno para gustos los colores. Nosotros no entramos en ninguno de ellos.  Abandonamos la zona alta de nuevo por la puerta de Sant Josep – único  acceso – y esta vez lo hicimos por la calle de la Virgen, donde hay un pequeño parque con algunos columpios, mesas y bancos, perfecto para tomar algo, o disfrutar del paisaje. Siguiendo hacia la carretera la cercana Plaza de la Era nos ofrece una buena vista del espolón rocoso del pueblo. Y la vista mejora si descendemos un poco por la calle de la Era para tener una vista más limpia del espolón con el campanario y la torre en su parte superior. Otra bonita vista es la  que se tiene avanzando por la carretera CV-755 al oeste del pueblo.

Vistas desde la subida a la puerta de Sant Josep
                                                                                Vistas desde la subida a la puerta de Sant Josep

Para completar la visita y disfrutar del paisaje y de la naturaleza  por la tarde hicimos una visita al embalse, en un entorno natural muy agradable. Desde el embalse parten dos rutas de senderismo que tienen muy buena pinta, las que van a la  cima de la Xorta y a Castell de Castells. Sin embargo ambas son bastante largas por lo que no tuvimos tiempo de hacer ninguna de ellas.

Otra vista del embalse de Guadalest
                                                                                                     Otra vista del embalse de Guadalest

 

Ubicación de Guadalest: