Las Médulas, un paraje singular

Las Médulas son uno de los parajes naturales más notables y a la vez únicos que nos podemos encontrar en la geografía española. El paisaje actual es el resultado de la explotación de una antigua mina de oro a cielo abierto en tiempos del Imperio Romano. Los restos de aquella mina cubiertos parcialmente por preciosos bosques de  hayas, encinas y  castaños completan un lienzo inigualable y que además ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Aunque aquí presentamos Las Médulas a través de una ruta de senderismo – la mejor forma de disfrutarlas – es un paraje único que no puede faltar en cualquier visita a la preciosa región del Bierzo.

Parte del recorrido por las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                                                     Parte del recorrido

Para comenzar la ruta dejamos el coche en un parking habilitado en la entrada del pequeño pueblo de Las Médulas. A pocos pasos hay  un aula arqueológica, un pequeño museo en el que a través de pantallas y paneles se puede ver el proceso de formación del paisaje a través de los trabajos en la mina. Es una visita interesante antes de empezar la caminata porque así entenderemos mejor lo que estamos viendo. Atravesamos el pueblo por su calle principal y llegamos al antiguo lavadero.  Tras varios cruces y con ayuda de las señalizaciones buscamos el camino señalizado como Senda de Reirigo. Avanzamos por el precioso bosque de castaños hasta llegar a un cruce en el que hay que continuar por la izquierda. El bosque termina en un sendero y  muy cerquita alcanzamos el primero de los preciosos miradores de la ruta, el Mirador de Pedrices. No es la vista más espectacular de las Médulas pero hay una vista preciosa, tanto del pueblo como de los picos rocosos anaranjados de la mina.

A lo largo de la ruta de las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                         A lo largo de la ruta de las Médulas

Tras el mirador retrocedemos un poco y continuamos con la Senda de Reirigo. El sendero  continua en ascenso  hasta llegar a otro mirador, el Mirador de Reirigo, desde donde también hay unas vistas preciosas de los alrededores. La vista hacia las Médulas y los peñascos es más cercana que la del mirador anterior. Poco después, tras un precioso sendero en altura y pasando ya por los primeros picachos anaranjados,  llegamos a las Cuevas de Reirigo, tres o cuatro cuevas no muy grandes, pero que merecen la pena, ya que son las primeras que vemos. El sendero vallado en algún tramo discurre por una zona preciosa. Tras pasar por alguna cueva más de pequeñas dimensiones  continuamos por el sendero que ofrece una panorámica casi continua sobre el grueso de los picachos de las Médulas y finalmente llegamos al Pico de Placias coronado por un vértice geodésico.

Mirador de Reirigo, Las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                                                     Mirador de Reirigo

Desde el Pico, el punto más alto de nuestro recorrido con más de 1000 metros, el sendero comienza a bajar poco a poco y legamos a una pista que nos lleva hasta el Área Recreativa de Campo de Braña, donde hay una fuente y un depósito de agua en una zona con mesas con vistas muy agradables hacia las montañas de la zona, no de las Médulas en este caso. Desde allí seguimos por un sendero para ver uno de los Canales de las minas, el Canal de Pena Escribida, que no es que tenga gran cosa que ver pero un panel nos explica la función que tenía en  la mina. Desde aquí seguimos en dirección al Mirador de Orellán, el mirador más bonito de las Médulas. Este tramo de la ruta va por la cresta de un acantilado y as vistas son espectaculares. El punto más bonito es el propio  mirador, desde donde un anfiteatro de picos anaranjados sobresale sobre la densa vegetación. Es un lugar maravilloso. También vemos una cueva que sale al acantilado, una galería antigua de la mina que pudimos visitar.

Vistas desde el mirador de Orellán en Las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                          Vistas desde el mirador de Orellán

Hasta las cercanías del mirador de Orellán se puede llegar en coche, para visitar esta galería que se abre al acantilado. Las visitas son sólo a unas horas determinadas por lo que hay que informarse en el pueblo para intentar llegar a una de las horas en que se hace la visita. Nos proporcionaron un casco para visitar la angosta galería y llegamos al balcón que se abre en el acantilado. Las vistas no son mejores que las del mirador de Orellán pero la sensación de estar allí en el acantilado, en una antigua galería de la mina, es una sensación maravillosa.  Tras la visita retomamos la ruta retrocediendo por l cresta del acantilado por la que habíamos llegado.

Cueva de La Encantada, Las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                                            Cueva de La Encantada

Desde allí el camino desciende por el precioso bosque de castaños y llegamos a la Fuente de la Tía Viviana, que pudimos ver subiendo unas pocas escaleras. Tras un buen tramo de sendero llegamos a una de las impresionantes cuevas que se conservan en el paraje natural de Las Médulas, La Cuevona. Es una de  las galerías que se usó en la mina y no colapsó. Esta cueva sí que es grande y realmente pintoresca. Se puede entrar y hay un par de galerías abiertas desde las que tenemos unas grandes vistas de las Médulas. Seguimos el camino hasta llegar a otra gran cueva, La Encantada, algo más pequeña pero otro de los puntos más destacados del  recorrido. Seguimos el sendero por el bosque y entre pináculos llegamos de nuevo  al pueblo de Las Médulas. Hemos recorrido unos 13 Km y como  aún nos sobra tiempo decidimos visitar un paraje que aparece en el mapa que nos dieron, la zona del Lago Sumido.

La Cuevona, Las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                                                                La Cuevona

Nos dirigimos de nuevo al lavadero y desde allí seguimos hasta el Mirador Chaos de Maseiros, un bonito mirador que está formado por una plataforma de madera elevada  y con amplias vistas hacia la montaña y valles leoneses. También nos proporciona otra vista diferente de Las Médulas, aunque no la más espectacular desde luego. Para llegar al mirador  se pasa por un par de pequeñas lagunas y por el  Lago Sumido, un precioso paraje caracterizado por los nenúfares que flotan en sus aguas  y por la calma y tranquilidad del espacio, en contraste con el bullicio que suele haber en Las Médulas. Es un precioso paseo desde el pueblo, que merece mucho la pena hacer. En el camino de vuelta vamos viendo las Médulas frente a nosotros.

Lago Sumido, Las Médulas, León, Castilla-León
                                                                                                                                              Lago Sumido